Desde hace décadas el nivel de la comedía, sobre todo estadounidense es tan mediocre que se agradece cualquier propuesta que eleve, por los medios que sean el listón. Ficarra y Requa lo vuelven a intentar después de aquel experimento de Philips Morris, te quiero, con un guión irregular, lleno de altibajos, al que sujetan y en algunos momento elevan el excelente reparto, con una Julianne Moore como siempre espléndida que se merienda a un Carrell entregado y hace "creíble" una relación de actores con químicas muy diferentes. Mas fortuna tiene Carrell, productor de la cinta, cuando nada en aguas conocidas, llevando el personaje a su terreno, en la relación con un eficaz Gosling. Sigue su progresión ascendente Emma Stone, y una vez más Kevin Bacon y sobre todo la genial Marisa Tomei quedan relegados a secundarios muy por debajo de su nivel.
Le sobra metraje y un cierto tufo a moralina Disney con una banda sonora melosa y forzada. Aún así, Dan Fogelman, su guionista es capaz de mantener un tono coherente, divertido a veces, para salir airoso de los enredos de un cupido que todos sabemos dispara sus flechas con una venda en los ojos.