--Comprendo la delicada situación económica del personaje, pero eso de lanzarse a cobrar una recompensa por liquidar a dos individuos de los que únicamente sabe que son dos vaqueros que trabajan en una zona cercana al pueblo de las putas, me parece descabellado y muy difícil de creer. ¿Cómo identificar a los objetivos que hay que eliminar? Solamente cuenta con dos dibujos garabateados de los rostros de los vaqueros y que pueden corresponder a cualquier varón del terruño. ¿Acaso pensaba ir enseñándolo a los habitantes del pueblo y preguntándoles dónde puede darles matarile? Es absurdo...y suicida.

--Finalmente, y sin más datos sobre la identificación, encuentran a un grupo de vaqueros que hacen su labor por aquella zona. Son varios, pero milagrosamente él y sus dos inhábiles acompañantes identifican sin la menor duda a uno de los objetivos. Y con el vetusto rifle Spencer se lo cargan. No hay quien se trague semejante fábula.

--Al personaje que interpreta Clint Eastwood le da una tremenda paliza Gene Hackman en el bar del pueblo. Esos golpes, con heridas abiertas, profundas y con previsibles roturas en algunas costillas, lo dejan para el arrastre pero consigue huir. Sus amigos puteros logran llevárselo hasta una especie de cuadra semiderruida lejos de la población. Es un sitio insalubre y sus dos acompañantes creen que la palmará, porque además ya había llegado febril y bastante enfermo al pueblo antes de la paliza. Pero he aquí el nuevo milagro: sin antibióticos, sin medicina alguna, sin asepsia y sin un mal trapo limpio, el conturbado Morgan Freeman se pone a coserle las heridas con aguja e hilo del inexistente botiquín.

--Después de este tratamiento digno de cuidados intensivos, se repone y al cabo de unos días averiguan que los vaqueros -queda uno por eliminar para cobrar lo que ofrecen las putas- se encuentran en una cabaña descansando aunque alertas. Y es cuando se produce la burda escena del que sale a cagar y ¡¡es identificado!! como el tipo que debe morir. ¡Pero si nunca lo habían visto antes!

Bueno, en fin, hay más detalles, pero con lo referido ya hay suficiente para desarmar ese aura de obra maestra.