Soy muy selectivo a la hora de ver películas, pero llega un momento donde has consultado la ficha de una docena de películas y ya llevas media hora mirando el catálogo de Netflix, y terminas por escoger una guiándote por la carátula o los protagonistas. Y ese ha sido mi error en esta ocasión. Keanu Reeves, que tiene pelis reguleras, pero en general son buenas. Ana de Armas, que da gusto verla. Drama policiaco ¡Vamos a por ella! Craso error.

El caso es que la idea es buena, pero el guión readaptado al montaje es desastrozo. Por lo visto, el director tenía una idea sobre cómo debía ser montada, pero al estudio no le gustó e hicieron un montaje diferente, creando este despropósito, y haciendo que el director renegase de ella y firmase con un pseudónimo. Para mí es muy claro que este ha sido el gran error de esta película. Tras verla, es evidente que la película tiene un objetivo muy claro, y que el enfoque debía ser místico, religioso. Sin embargo, al cambiar el montaje la han convertido en una historia policiaca, que estropea la historia por completo. Por desgracia, esta película pasará sin pena, ni gloria, y el montaje del director nunca llegaremos a verlo. En el spoiler desarrollo esto un poco más.

Este es un claro ejemplo de cómo las altas esferas de una empresa destrozan un buen producto por su falta de miras y su corta visión.

Por cierto, los seres místicos son horrorosos. No sé a quién se le ocurrió meter esos esperpentos en lugar de delicados ángeles.