Esta es una película de exorcismos más, pero sin la espectacularidad de los poseídos en 'El exorcista'. Es decir, no hay niñas torciendo la cabeza 180 grados, ni andando de espaldas a 4 patas, ni jurando en arameo.

En lugar de eso tenemos a un aspirante a cura cuya fe flaquea y como terapia de shock lo mandan a que vea como trabaja un exorcista italiano. La gracia de la película se supone que está en que juegan a darte una de cal y otra de arena, de manera que no sabes realmente hasta el final si las personas tienen demonios dentro o son sólo enfermos mentales. De igual forma, tampoco sabes si el exorcista italiano es un impostor o no hasta el final.

Aunque la película está bien hecha, el tema está demasiado manido y no aporta realmente nada nuevo. Tampoco da miedo ni mucho menos aterroriza. Es totalmente prescindible.