Obviamente, no estamos hablando del ameno descerebre del primer Iron Man o de esa apisonadora del entretenimiento que es The avengers, pero tras haberla revisitado solo puedo decir que es una película honesta y pulcramente rodada. Y eso no es poco en los tiempos que corren. El problema debió ser, después de pensarlo un buen rato, que rompió completamentamente con el tono de la pélícula de Ang Lee (que es bastante estimable), y la continuó argumentalmente con un cambio completo de reparto. A mí al menos ese tipo de cosas me suelen desconcertar, y aunque Norton es un tipo solvente, Eric Bana daba mucho mejor en el papel de tipo con mirada de perro apaleado que en cualquier momento te la puede liar verde; por otra parte, Liv Tyler es bastante peor actriz que Jennifer Connelly y Sam Elliot me cae simpático (no offense, William Hurt, eres bueno). En The incredible Hulk hay más acción y más ira de la buena, pero es cierto que le falta algo de alma a los set pieces, y más concretamente al final, que debería ser el plato fuerte. ¿Fue un acierto que Tim Roth sea el malo?. Pocos actores tienen más cara de c*...mala persona que él, pero acaba chirrirando por su histrionismo innato.

En definitiva: claramente fue un escalón más del Gran Plan Marvel y una mera presentación para dar lugar a The Avengers (no olvidemos que se hizo 5 años después; eso es planificación a largo plazo), en la que la decisión de seleccionar a Ruffalo fue, en mi opinión, un acierto absoluto.