A cinco años de haber irrumpido en la pantalla chica a través de la recientemente desaparecida Cadena 3, la producción de Argos Comunicación daba otra muestra de realizar televisión ahora bajo el denominado formato de "teleseries", palabra que refiere a la combinación del formato tradicional de la telenovela (por su duración en episodios) con seriales de línea argumental mucho más vinculados a temas menos al alcance del melodrama, donde la comedia negra vendría a darle voz a temas de género, sobre derechos e igualdad.

“Las Aparicio” con 120 episodios arriesgó para ganarse su propia audiencia en el Valle de México —dado el alcance de la frecuencia de canal 28—, con un cierre bastante digno. Sin embargo el éxito obtenido propicia la decisión de productores el cierre con un filme que indague sobre la maldición que aqueja a estas mujeres,
pero que dada la confianza sobrada hace de ella un trabajo poco elaborado, donde los personajes nunca afianzan el interés del público no sólo seguidor, sino de aquéllos que desconocían el previo.

Hoy, ese salto de la pantalla chica a la grande cobra factura a sus realizadores primeramente por lo tardío de su estreno, la afabilidad conseguida con el público si bien no se desvaneció por completo, dejó de ser controversial. La propuesta también falla en el dinamismo del filme, todo el tiempo se nota cierto abatimiento; los parlamentos no consiguen que el espectador sienta conexión con lo ahí tratado; las líneas dejaron de ser trasgresivas; demasiados temas sociales —que empañan nuestra realidad como pueblo sobre derechos humanos en cuanto a grupos vulnerados— que sólo ponderan la postura ideológica de sus realizadores circunstancialmente forzados.

Un proyecto extraño que al intento de deslindarse como continuación, tampoco logra del todo ser para un público ajeno a ella, sus referentes son constantes. Otro desacierto radica en el seguimiento de perfiles psicológicos de Alma y Mercedes Aparicio, titubeantes, dudosas, con poca presencia inconexas con lo establecido por el mismo Moisés Urquidi en dirección, Leticia López Margalli, Natassja Ybarra en guión y Gabriela de la Garza y Ximena González en interpretación dentro del serial.

Argos comunicación queda a deber y deja en claro que proyectos que saltan a la pantalla grande, podrían ser un condensado bastante irregular.