Este musical repleto de fantasía, inspirado en los populares cuentos clásicos, muchos de ellos de los hermanos Grimm, intenta hacer que todos sus personajes convivan y unan fuerzas contra enemigos comunes. ‘Into the Woods’ puede convertirse en tu peor pesadilla, o ser una bendición para tu vista y tus oídos. Tú eliges.

Porque ‘Into the Woods’ está repleta de buena dosis de magia y fantasía unida a unos solventes efectos especiales (que a veces rayan lo repetitivo, pero que salvan la jugada con maestría). La dirección de un experto en el campo, como lo es Rob Marshall, se hace notar. Y el reparto quizás sea de lo más entregado que te puedes encontrar: Un divertido Chris Pine, una genial Emily Blunt, Meryl Streep haciendo de Meryl Streep, una pequeña aparición de Johnny Depp… ¿Cuál es el problema de la película?

Pues que, sencillamente, no está hecha para agradar a un público mayoritario. Me explico: Es una película por y para los amantes de los musicales y si no eres de ese selecto grupo, date por muerto amigo porque ‘Into the Woods’ se puede hacer muy insoportable. Servidor, que disfruta de los musicales sin que sea su género favorito y es capaz de ver en el prólogo de la película su mejor parte, notó como la somnolencia hacía acto de presencia en más de una ocasión.

En ese sentido, se parece más a ‘Los miserables’ que a ‘Sweeney Todd’, donde desde el minuto uno la película arranca con canciones. Pero a diferencia de la obra de Víctor Hugo, el guión y la forma de entrelazar las historias entre sí es bastante pobre y simplona.

La película podría haberse acabado perfectamente a la hora de metraje (o haber buscado otras salidas o resoluciones a ciertas tramas), o quizás, haber resuelto todo bastante antes. Suceden las canciones… y canciones… y canciones… que alargan innecesariamente una historia que no avanza.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com