Durante la guerrilla de Ñancahuazú, en la que murió Che Guevara, murieron también la mayoría de sus 51 integrantes. Fue una larga huida por la selva, que duró once meses y donde los guerrilleros tuvieron que pasar toda clase de penalidades.

En esa guerrilla hubo también algunos hombres que desertaron, otros que fueron hechos prisioneros, De dos de esos prisioneros habla este documental. Del pintor argentino Ciro Bustos, que estaba desde hacía años colaborando con Che para la instalación de una guerrilla en Argentina, a la que, una vez levantada, se incorporaría Guevara, y de Orlanzo Jiménez Bazán (el guerrillero "Camba") un comunista boliviano que formó parte de la guerrilla desde antes de que se instalase en Ñancahuazú, y que fue hecho prisionero apenas una semana antes del final de la guerrilla.

Ambos se asilaron en Suecia, después de aquella guerra, y ambos necesitaban y merecían una defensa, porque no fueron bien tratados por la verdad oficial que se acuñó en Cuba, después de la muerte de Guevara. Me ha gustado menos que, para defender a Bustos se ataque a Debray: porque de alguna manera el documentalista cae en el mismo vicio que está combatiendo: la búsqueda de un malo.