Continuación de la infantil cinta de Robert Rodriguez en la que un par de hermanitos se hacen agentes secretos para rescatar a sus padres de los malos malísimos. Esta vez serán los padres los que tratarán de rescatar a sus hijos. De nuevo tenemos a una familia de espías (ahora con abuelos-espías incluídos) viviendo mil y una aventuras de lo más tontas.

La verdad es que vi la primera entrega de "Spy Kids" bastante crecidita con algunos críos (a los que les encantó), y he de reconocer que sorprendentemente y a pesar de su simpleza y su tontería me entretuvo bastante. Y es que tenía un clásico argumento de aventuras muy bien llevado, muy condensado, con mucha autoparodia resultona y con unas actuaciones decentes.

Ahora bien, su continuación ya no me ha entusiasmado tanto. Su principal fallo reside en la manera de llevar la trama. Si bien la primera se caracterizaba por ser previsible pero rápida y dinámica, esta se caracteriza por lo contrario: es lenta, alargada y su trama es demasiado difusa y estirada sin que llegue a despertar el interés adulto. Los diálogos son aun más chorras, los chistes y salidas menos graciosos y las escenas de acción peores que en la anterior. Además los críos protagonistas se empiezan a hacer bastante cargantes (con frases como "¡qué ganas tengo de jubilarme!"). Pero como es para niños...

La verdad es que a los niños les seguirá gustando por el simple hecho de que seguirán conectando y empatizando con los dos críos protagonistas que, para los niños, sí tendrán el carisma suficiente. Además sigue teniendo las situaciones aventureras que les gustan, los chistecitos típicos que les gustan (para que se hagan una idea, el nivel de humor de sus chistes es el de "Hannah Montana"), etc. Pero para un adulto no es recomendable ya que es muy difícil que entretenga siquiera.

Lo mejor: Que gustará a los niños.
Lo peor: Ese caos en el desarrollo de la tonta trama, sobre todo en la primera mitad. Que probablemente a un adulto se le hará insoportable.