Generalmente siempre que me preguntan por mi película favorita yo suelo pensar inmediatamente en TITANIC. Pero si me detengo a reflexionar, me asaltan las dudas: aunque es una película preciosa y también cambió mi visión de la vida, me deja con un mal regusto en la boca por su triste final, por más que intente convencerme de lo contrario. Pero EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS es perfecta en todos los sentidos.
Como aspirante a escritora que soy, es sin duda la película que desearía haber escrito. Una motivadora combinación entre los los grandes poetas (el tío Walt, Thoreau...) y los problemas actuales de la intolerancia, el conservadurismo, la opresión... que aún llevamos como lastres en la sociedad. Y es una lástima.
EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS es intensa, nada obvia. No sabes qué pasará en la siguiente escena. Lo que sí sabes es que los chicos aprenderán más del señor Keating, que éste les abrirá su corazón, y ellos el suyo. Que serán capaces de transformar sus vidas en lo que quieren. Que lucharán por sus sueños sin importarles lo que ocurra. Así es como ansío ser.