Me gusta el cine de terror en el sentido estricto del género; esto es, la típica película que, además de dar miedo mientras la ves, te deja intranquila y mirando por el rabillo del ojo durante unos días. Y cuando digo miedo NO me refiero a sacar caras maquilladas con un subidón de volumen; eso no es dar miedo, eso es sobresaltar, que no es lo mismo.

Es muy fácil sobresaltar al público! La clave está en enseñar una imagen por sorpresa y subir el volúmen al máximo. Vete al sofá, donde duerme el gato y pégale un "moquete" gritando, ya verás qué susto se da el pobre. Tendrás al gato un rato desconfiado y, cada vez que te vea acercarte te arqueará el lomo con comprensible recelo. Le damos miedo al gato? no señores, no se fía, que no es lo mismo.

Esta película sobresalta, no asusta.

Una vez aclarado este punto, procedo al despiece de la película en cuestión, aunque no hay mucho que decir... El argumento está bastante trillado y, gracias a los tráilers tan profesionales que sufrimos hace unos años, seguramente todos lo conoceréis al dedillo. Familia alegre y maravillosa que ve cómo su tranquila vida se ve atrapada en una situación que no acaba de entender.

Empieza bien. Fuerte pero bien, y ya piensas... no podrá mantener el nivel sin caer en el más absoluto de los ridículos... Las luces, el movimiento de la cámara, esos primerísimos planos con media pantalla en bokeh que te hace estar intranquila esperando que pase algo...

De pronto al señor Wan se le va la olla y la película que te hacía aguantar mínimamente la respiración, te suelta la carcajada... y hasta aquí puedo leer sin destripar...

Si realmente te gusta el cine de terror, si te gusta salir del cine y pensar "oh vaya, esta noche costará dormir", si te gusta que el corazón se te desboque... dame tu mail y te paso mi declaración de la renta, pero no veas este bodriete a menos que lo que quieras sea pegar unos cuantos botes y reír con los colegas, que para eso es la película perfecta!

Avisados estáis!