Álex de la Iglesia es simplemente genial, han pasado los años y el tiempo lo está poniendo en su lugar, al principio sus películas resultaban extrañas, no parecía ser cine español...y el problema no estaba en sus películas sino en los españoles.

Los españoles hemos sido y todavía hay una gran mayoría, que no sabe como digerir el cine español, lo clasifican de “español” y se quedan tan tranquilos y cuando veo lo injustos que son con películas tales como Muertos de risa, me quedo sin palabras. Quizás sea que veo estas películas con cierta distancia y en el extranjero y por eso las veo con otros ojos.

Muertos de risa fue un gran logro de Álex y eso se debe a que ya asentó su estilo. Álex de la Iglesia empieza a ser un director igual de esperado, un director del que ya se espera algo grande, diferente, un director que sabe contar historias de una manera diferente y muy personales.

Parece que Álex solamente cuenta una historia negra, una historia de humor, cine negro pero no es solamente eso, en cada película se encierra un mensaje, una crítica social, puede parecer mentira pero sus películas no están muy lejos de la realidad, y eso asusta.

Muertos de risa es una espectacular crítica al mundo del espectáculo, al mundo de la tele, a la manipulación de los medios...a cientos de cosas, pero en la mayoría de los casos la gente solo ver una historia absurda y alocada, casi surrealista, pero es tan real como la vida misma, simplemente Álex de la Iglesia tiene una manera muy especial de contar las cosas.

Álex suele gustar en la mayoría de los casos, une la violencia con la poesía en la mayoría de sus casos, en la mayoría arriesga y en casi todas ganas.

Muertos de risa tiene todavía sus pequeños fallos pero la película no falla, al contrario, sorprende ver que en España ya se dejó “ese cine” atrás.