Dirigida por Stewart Sugg, el film trata de las vicisitudes de Felix (Stellan Skarsgard) un asesino a sueldo que decide abandonar la profesión, después de enseñar el oficio al joven Jimmy (Paul Bettany), acabando como canguro del retrasado Bubba (Chris Penn) e intentando enderezar su relación con su novia Sherry (Jacqueline McKenzie).

El film, inicialmente parece prometer mucho más de lo que finalmente optenemos, y ello debido a que el director deja el film en tierra de nadie. En ocasiones parece un film a la sombra de las películas de Guy Ritchie, en ocasiones la trama se deriva hacia la comedia, en ocasiones parece entrar en la instrospección y el drama más puro..... Pero sin acabar de lleno en ninguno de ellos.

Esta indefinición de estilos acaba lastrando al conjunto de un film, cuyo espero visual y colorista no encaja con lo que el director nos quiere contar (si es que él mismo lo sabe), y cuya historia va avanzado al mismo tiempo e inversamente proporcional al interés del espectador por el mismo. A pesar de no ser excesivamente largo, es bastante sencillo perder el interés por las cosas que van sucediendo desconectando casi totalmente de cuanto vemos, por lo que cuando el director finalmente decide dar un giro dramático, estamos demasiado distanciados del mismo como para que nos afecte su vuelta de tuerca.

Film, por ello fallido totalmente. Quizás por ello no hemos vuelto a saber nada de su director....