Duele tener que suspender una película tan llena de buenas intenciones y de amor como The Christmas Candle, pero es que ese ritmo tan lento no hay por donde cogerlo.
Hans Matheson y Samantha Barks hacen lo que pueden con la anodina historia de amor, y por la palntalla desfilan otros rostros interesantes como los de Lesley Manville y James Cosmo, pero la historia carece de interés, la supuesta magia de la narración apenas traspasa la pantalla, y sobre todo (y esto es lo más grave) se trata de una película aburrida. Tiene buena factura y actores que se esfuerzan, pero es más lenta que el caballo del malo.
Había más espíritu y magia navideña en Solo en casa.

Lo mejor: Samantha Barks y Hans Matheson, que tienen muy buena química, y la elegante producción típicamente inglesa.
Lo peor: El ritmo tan lentísimo