Sufragistas tiene lo mejor del cine inglés.
Es elegante (¡cómo no! es inglesa), despliega buen gusto por todas partes, tiene un vestuario, unos decorados, una fotografía y un todo de excepción, presenta unas actrices soberbias (atención a Carey Mulligan, que no se entiende cómo no está nominada a más premios), es entretenida y posee una narración solvente que crea emoción cuando tiene que crearla.
También tiene fallos. El más grave es que se pierde demasiado tiempo en el drama personal de la protagonista, Maud, que se entiende que es importante para mostrar las consecuencias tan crueles que podía tener ser sufragista en la Inglaterra de aquella época, pero resulta una trama excesivamente melodramática y quita tiempo a lo verdaderamente interesante, que es el testimonio del movimiento sufragista.
Correcta, notable incluso, pero podría haber sido mejor.

Lo mejor: Carey Mulligan y las escenas dedicadas al movimiento femenino por el voto.
Lo peor: El drama personal de Maud.