Hubo mucho dinero detrás de estas cuatro plumas. Mucho dinero y poca alma.
Hay lujo por todas partes en esta película de Shekhar Kapur (qué trabajo excelente hizo en las dos entregas de Elizabeth, y qué poco se le ha reconocido), pero la narración es cansina, plomiza y poco estimulante. La aventura no es mala, y sin duda se deja ver y no es execrable, pero estoy segura de que sus responsables esperaban conseguir un clásico moderno de la épica, y lo que han conseguido es cartón-piedra.
Y para qué hablar de los acentos británicos de los americanos Wes Bentley y Kate Hudson o el australiano Heath Ledger... y ojo, que ninguno de los tres es un mal intérprete (Ledger, de hecho, regaló dos interpretaciones maestras antes de morir, en Brokeback Mountain y El Caballero Oscuro; Hudson no es ninguna superdotada, pero tampoco se maneja mal y ahí está su nominada interpretación en Casi famosos para demostrarlo; Bentley por suerte pudo sobreponerse a sus problemas con las drogas para reconducir una buena carrera que en los últimos años acumula títulos como Los Juegos del Hambre o Interstellar), pero lo del acento no les ha salido, para qué engañarnos.
En definitiva, una película lujosa, pero fallida.