Jeff Nichols es uno de los directores más interesantes del momento, como ya demostró en las soberbias Take Shelter y Mud.
En Loving, apuesta por un biopic de la pareja formada por Richard y Mildred Loving, quienes consiguieron que dejaran de ser ilegales los matrimonios interraciales en EEUU gracias a su defensa de su historia de amor y la familia que formaron juntos.
Nichols aborda el tema con enorme sensibilidad, un guión muy serio y muy bien armado (los diálogos destacan por su naturalidad) y sobre todo con una agradecidísima falta de clichés. Muy escasas referencias a la discriminación racial de la época, ya muy retratada por otras tantas películas, y sobre todo nada de sentimentalismo ni de frases grandilocuentes en pro de la igualdad y contra la injusticia. Por desgracia, esa falta de sentimentalismo a ratos se traduce en un tono demasiado frío (ver el final), sobre todo en la última media hora de película, la más floja del conjunto debido a su ritmo más pausado.
Es maravillosa también la pareja que forman Joel Edgerton (crecidísimo como actor desde que lo descubrimos en El rey Arturo) y una absolutamente grandiosa Ruth Negga, que tiene unos ojos que valen un mundo, e inspira una ternura inmensa.
En definitiva, un notable film sobre la fuerza de voluntad de dos personas enamoradas por vivir juntas con los mismos derechos que cualquier otro matrimonio.

Lo mejor: Su sensibilidad, su huida de los clichés y la maravillosa interpretación de los dos protagonistas, especialmente Ruth Negga.
Lo peor: Su última media hora no está a la altura, y a ratos le falta algo de emotividad.