Coproducción entre Italia, Francia y Alemania del Oeste y, como hay dinero, las escenas de batallas cuentan con un buen número de extras. Esto le da empaque y algo de espectacularidad. Lástima que el guion contenga casi todos los tópicos de rigor en esa clase de simpáticos (sub) productos y la peli, aunque no aburra a las ovejas, tampoco tiene nada digno de reseñar.

Es tediosa en ocasiones, aunque no molesta mucho, pero las intrigas palaciegas, traiciones y amoríos entre gentes de distinta procedencia, son marca de la casa y suceden de nuevo, sin mucho ritmo, diálogos archisabidos y situaciones convencionales, rutinarias.

Mario Bava, al parecer, es uno de los asistentes de la dirección. Supongo que se quedó con lo mejor de lo visto y oído y procuraría no repetir lo malo en sus próximos trabajos ya como realizador.

Por lo demás, poca cosa, como no sea la siempre grata presencia de "villanos", como Piero Lulli y/o Paul Muller, que lo hacían de maravilla pues eran buenos actores.

Pasatiempo olvidable al de poco rato de verla.

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