Pensar que una película de ciencia ficción se puede rodar en un salón de 30 metros cuadrado, sin efectos especiales ni espaciales y mantenerte apasionado durante una hora y media, estamos hablando de algo diferente, " guión, guión y guión".

Consigue el magnetismo de las películas que involucran al espectador en un personaje más, al que le gustaría participar de la hipótesis de que "todo es posible" como base argumental, personajes de ciencia que buscan respuestas y alguien que contesta.

Pocas veces he visto una película más de una vez en una semana y esta lo consiguió, es una maravilla del cine independiente, hecha con pocos recursos y mucho amor. Schenkman consigue una atmósfera intima con una banda sonora escueta pero adecuada y las interpretaciones, con actores poco conocidos son excelentes el poder de uno de los mejores guiones que he disfrutado nos hipnotiza a todos, nadie se escapa.