La película tiene para mí exceso de tacos y un uso irregular de la música. Bueno en cuanto a la que no lleva letra, y más que maravilloso en la secuencia de la canción "Wise up". Pero me sobra la canción "One", y sobre todo: ¿Cómo se puede escribir frases tan estupendas como las que dice el policía a Claudia, y estorbarlas luego con una canción, por bonita que sea? Coño, espera a que el hombre acabe.

Pero lo demás es la leche. El guión, la fotografía, el montaje, la puesta en escena, el reparto y la dirección. Tres horas llevándome de una trama a otra, y ni me aburro ni me pierdo. Mejor no intentar contar de qué va, porque en "Magnolia" caben casi todos los temas que ha tocado el cine.

Yo no sé cómo lo hace el director, pero hasta con las situaciones más desagradables trato de buscar explicaciones y aprender. Situaciones que en otras películas no me producen más que rechazo frontal. Paul Thomas Anderson me recuerda a la maravillosa pareja de patinaje formada por Tessa Virtue y Scott Moir. Tan clásicos como modernos, crean desde el primer momento un ambiente personal, único, intransferible e imperecedero.