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andy dufresne rating:
4
Thriller Novelist Catherine Tramell is once again in trouble with the law, and Scotland Yard appoints psychiatrist Dr. Andrew Glass to evaluate her. Though, like Detective Nick Curran before him, Glass is entranced by Tramell and lured into a seductive game. Dr. Michael Glass (David Morrissey), a respected London criminal psychiatrist, is brought in by Scotland Yard detective Roy Washburn (David Thewlis) to perform a psychiatric evaluation of ... [+]
Language of the review:
  • es
January 14, 2008
2 of 3 users found this review helpful
Nadie necesitaba esta segunda parte, ni los que disfrutamos con la uno, ni el guión de la uno pedía una secuela, ni la propia Sharon Stone necesitaba como digo, destrozar el personaje que la encumbró.

Pero el caso es que aquí está, la segunda parte de instinto básico. La Stone en su papel de novelista se traslada a Londres donde se ve implicada junto a su psiquiatra (y otros personajes del entorno de éste) en una serie de asesinatos que, de algún modo parecen señalarle a ella como autora de los mismos.

Al igual que en la original, se pretende adornar la historia con esa personalidad misteriosa, cautivadora, sensual del personaje de la Stone. En la 1 le valió con cruzar las piernas y marcarse un baile erótico con otra tía. Aquí pierden los papeles. Como se trata de contar otra vez lo mismo lo único que se les ocurre es aumentar las dosis de todo por lo que pasan del erotismo y la insinuación de su predecesora a un sexo mucho más explícito y escenas que rozan la vulgaridad y el mal gusto (para una película como ésta que no es precisamente para verla a las tres de la mañana a escondidas), con diálogos de los que te hacen sonrojar si los escuchas delante de tus padres y como no, lucimiento carnal de la Stone que todo sea dicho, se mantiene bien, pero han pasado unos años y se dejan ver en los primeros planos.

Otro detalle… David Morrissey no es Michael Douglas, quiero decir, que en la uno había un pulso entre la Stone y el Douglas, un pulso igualado. En esta secuela la Stone campea a sus anchas frente a un Morrissey frágil, y poco contundente.

Con esta película no nos están vendiendo cine…pagamos lo que vale ver a Sharon Stone en bolas, y a ella no le pagaron por interpretar… le pagaron por salir en bolas. Si hay una tercera parte y siguen subiendo el tono es posible que tengamos que verla en cines un tanto especiales.
andy dufresne
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