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United Kingdom United Kingdom · Edimburgo
Tania rating:
10
Adventure. Romance. Comedy. Fantasy Once upon a time, a feisty old grandfather told his bedridden grandson a tongue-in-cheek fairy tale... In the mythical kingdom of Florin, farm boy Westley (Cary Elwes) rides off one day to make his fortune, leaving his true love, Buttercup (Robin Wright Penn), waiting patiently behind. Unfortunately, his ship is beset by pirates, and Buttercup grieves for many years, believing Westley dead. She reluctantly agrees to marry Prince ... [+]
Language of the review:
  • es
February 14, 2007
253 of 308 users found this review helpful
Esta es la crítica que más me ha costado decidirme a escribir hasta la fecha...
En primer lugar, por el enorme respeto, pasión, DEVOCIÓN TOTAL que profeso a la que es una de mis películas favoritas de todos los tiempos.
En segundo lugar, porque resulta muy difícil condensar en “un máximo de 3000 caracteres” una descripción o crítica justa sobre lo que para muchos de nosotros es, más que una simple película, algo así como un mundo autónomo que hace mucho tiempo que sobrepasó a sus autores, tomando vida propia.
Difícil porque no sabría explicar como sólo el recordar cualquier pequeño fragmento de esta grandísima historia me conduce, irremediablemente, a soñar (a veces despierta; a veces en sentido literal), como cuando tenía ocho años, que corro, vuelo o me revuelco ladera abajo con Westley y Buttercup por los oníricos paisajes matinales del reino de Florín; que el espíritu de Vizzini me prepara un plato de anguilas chillonas a la siciliana, acompañadas de buen vino, y que después discutimos durante horas sobre filosofía (con su conocida lógica aplastante, está claro que siempre gana él) y hasta se desgallita poniendo verde a “ignorantes” de la talla de Sócrates, Platón o Aristóteles; que asciendo, a las espaldas de mi colega Fezzik, hacia la cima de los acantilados de la locura, donde me espera el gran Iñigo Montoya para darme, como cada tarde, una clase magistral de esgrima; que más tarde, ya de noche, nos vamos los tres a reírnos, bajo la capa con la que un día nos obsequió el Milagroso Max, de la ingenuidad de la “brigada brutal” que guarda las puertas del Castillo....................
Difícil también porque sé que nunca podré agradecer a Rob Reiner, a William Goldman, Mark Knopfler, Adrian Biddle, Cary Elwes, Robin Wright, Mandy Patinkin, Chris Sarandon, etc, etc, etc, toda la felicidad que me han regalado de otra forma que adorándolos en el anonimato y la distancia. Y esa impotencia me perturba.
Porque Iñigo, Westley, Buttercup, Fezzik, Vizzini, el Príncipe Humperding (Humperding! Humperding!), el Milagroso Max, el nieto, el abuelo y el albino no son los personajes de La princesa prometida, son parte de mi familia. Y el orgullo me desborda al afirmarlo, aún a riesgo que sonar (más) freaky.
Gracias, gracias, ¡¡¡GRACIAS!!!
Tania
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