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Izeta rating:
7
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September 12, 2021
1 of 1 users found this review helpful
! Jo que sí llora!.
Es lo único que hace la protagonista en toda la película...Llorar y quejarse.
Claro que yo también lo haría si mis lágrimas me dieran tan buen resultado como a esta proletaria Cenicienta.
Que su príncipe al principio se muestra un poco desteñido, de un azul desvaído, y es el causante de todos sus problemas- pierde el empleo por un quítame allá ese flirteo en horas de trabajo- pierde su casa por un quítame allá esa cogorza que espanta a mi casera- pero no hay cuidado...
Charles Coburn, el hada madrina de este cuento, no soporta las lágrimas y será el encargado de proteger y custodiar a la dama, hasta que a su forrado príncipe le hayan hecho un buen repaso tiñéndolo de un añil luminoso y limpiando las impurezas que su imperfecto carácter pudiera poseer.
Claro que, si me preguntaran a mi yo le diría a la niña..._ Hija mía...no te hagas ilusiones. Que tendrá mucha pasta pero si en los primeros meses de noviazgo ya pasa de ti como lo hace, no esperes que más adelante vaya a mejorar la situación. Vete abonándote al club de las esposas jugadoras de bridge. Es la putada que tiene casarse con un Amancio Ortega, siempre ocupadísimo abriendo Zaras aquí y allá y aumentando la plantilla.! no llores, te acostumbrarás!.
Es lo único que hace la protagonista en toda la película...Llorar y quejarse.
Claro que yo también lo haría si mis lágrimas me dieran tan buen resultado como a esta proletaria Cenicienta.
Que su príncipe al principio se muestra un poco desteñido, de un azul desvaído, y es el causante de todos sus problemas- pierde el empleo por un quítame allá ese flirteo en horas de trabajo- pierde su casa por un quítame allá esa cogorza que espanta a mi casera- pero no hay cuidado...
Charles Coburn, el hada madrina de este cuento, no soporta las lágrimas y será el encargado de proteger y custodiar a la dama, hasta que a su forrado príncipe le hayan hecho un buen repaso tiñéndolo de un añil luminoso y limpiando las impurezas que su imperfecto carácter pudiera poseer.
Claro que, si me preguntaran a mi yo le diría a la niña..._ Hija mía...no te hagas ilusiones. Que tendrá mucha pasta pero si en los primeros meses de noviazgo ya pasa de ti como lo hace, no esperes que más adelante vaya a mejorar la situación. Vete abonándote al club de las esposas jugadoras de bridge. Es la putada que tiene casarse con un Amancio Ortega, siempre ocupadísimo abriendo Zaras aquí y allá y aumentando la plantilla.! no llores, te acostumbrarás!.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Pero yo no soy Coburn ni tengo su poder de persuasión mágico. Este, hablará con el desatento adicto al trabajo y le convencerá para que mande todo a hacer puñetas, fortuna incluida. Que él era también un esclavo ricachón y así lo hizo y ahora se lo pasa en grande lanzando herraduras y adoptando sobrinas. Y el príncipe, ya vestido de radiante azul después de liberarse de las cadenas a los que lo tenían sometido sus 12.000 trabajadores, ayuda a la princesa a subir a su avión privado para partir a destino incierto.
A esta película lo que le falla es el humor y Charles Coburn que es el que realmente debería sostener la película está totalmente desaprovechado. El comienzo es muy bueno con el encuentro entre Coburn y Shirley en la tienda y donde éste, haciendo uso de su ingenio y sus estratagemas, consigue que revoquen su despido. Pero luego la peli empieza a tomar otros derroteros, relegando a Coburn a pasivo espectador y vigilante carabina del romance de la joven pareja. Craso error. Ahí parece que la peli empieza a tomarse en serio a sí misma y eso no puede ser. El argumento no tiene la menor credibilidad. Esta Shirley desamparada que se enamora de un millonario y, mientras se decide y sufre, necesita de la guarda y custodia de un abuelo que pasaba por allí, estaría justificado sólo, si el hada madrina correspondiente tuviera buenas ocasiones para demostrar su comicidad. Pero parece que a lo largo del metraje se olvidan de él y sólo lo presentan en esporádicas ocasiones para recordarnos que es un vejete muy simpático con una prodigiosa puntería. Esto, y alguna otra escena suelta más, es todo lo que nos otorgan en un romance que...buff, no hay por dónde cogerlo.
Charles Coburn fue un secundario muy grande en mi opinión. Y de hecho en esta peli si algo brilla, es él. Godfrey le debería haber dado muchas, muchas más escenas cómicas. Otra vez será.
Por lo demás, la luminosa ambientación en las playas de Florida, el suave discurrir del film con personajes amables llenos de bondad y simpatía y ese pequeño conflicto que, sabemos, se desenredará como suave madeja, casi por sí sólo, es la excusa para que el espectador se entretenga plácidamente, sin más.
A esta película lo que le falla es el humor y Charles Coburn que es el que realmente debería sostener la película está totalmente desaprovechado. El comienzo es muy bueno con el encuentro entre Coburn y Shirley en la tienda y donde éste, haciendo uso de su ingenio y sus estratagemas, consigue que revoquen su despido. Pero luego la peli empieza a tomar otros derroteros, relegando a Coburn a pasivo espectador y vigilante carabina del romance de la joven pareja. Craso error. Ahí parece que la peli empieza a tomarse en serio a sí misma y eso no puede ser. El argumento no tiene la menor credibilidad. Esta Shirley desamparada que se enamora de un millonario y, mientras se decide y sufre, necesita de la guarda y custodia de un abuelo que pasaba por allí, estaría justificado sólo, si el hada madrina correspondiente tuviera buenas ocasiones para demostrar su comicidad. Pero parece que a lo largo del metraje se olvidan de él y sólo lo presentan en esporádicas ocasiones para recordarnos que es un vejete muy simpático con una prodigiosa puntería. Esto, y alguna otra escena suelta más, es todo lo que nos otorgan en un romance que...buff, no hay por dónde cogerlo.
Charles Coburn fue un secundario muy grande en mi opinión. Y de hecho en esta peli si algo brilla, es él. Godfrey le debería haber dado muchas, muchas más escenas cómicas. Otra vez será.
Por lo demás, la luminosa ambientación en las playas de Florida, el suave discurrir del film con personajes amables llenos de bondad y simpatía y ese pequeño conflicto que, sabemos, se desenredará como suave madeja, casi por sí sólo, es la excusa para que el espectador se entretenga plácidamente, sin más.