Si algo ha reflejado Todd Field en éste film, es sin duda como una vida que parecía ser prometedora y fascinante, de repente o de forma paulatina, va perdiendo su sentido.
Así es como se encuentran los personajes que componen "Juegos Secretos"; un punto en el que o bien se resignan a seguir viviendo sin vivir , o bien deciden romper de forma drástica con todo y lanzarse, sin forma ni medida, hacia lo único que parece dar sentido a su desdichada vida. De ahí quizá, la inmadurez ... o no de estos "mayores pequeños", pues ¿qué es más lógico o conveniente: seguir o romper y arriesgarse?.

Este dilema existencial será plasmado, esencialmente, por tres actores que si bien no gozan de una gran popularidad en el mundo del cine, logran realizar una muy buena interpretación. Debo empezar por Jackie Earle Haley, quien realiza, en mi opinión, la mejor actuación encarnando a un pedófilo que atemoriza, al instalarse en el barrio donde vive su protectora madre, a toda la vecindad.
Por otro lado, tanto Kate Winslet como Patrick Wilson tampoco se quedan cortos en su interpretación, transmitiendo los sentimientos de dos personas cuyos matrimonios están en una fase más cercana a su final que a su continuidad y que se aferran, a una salida casi irreal a la vez que fascinante.
Por último, hacer mención de una secundaria actuación de Jennifer Connelly, que muy a mi pesar más bien da cartel que importancia al argumento, pues considero que su talla como actriz debería haber sido suficiente para gozar de un papel más capital en este film.

Por tanto, concluyo con un calificativo de "interesante", pues lo que quiere transmitir Todd Field es algo que en nuestra sociedad es más corriente de lo que parece y que sin duda, dará que pensar a numerosas personas que hayan visto esta película. Recomendable.