La pregunta que lanzo en el título de la crítica no es una pregunta: es una muestra de mi estupefacción cuando veo que algunos se derriten por esta película. Sinceramente, yo tenía también grandes expectativas, pero no tan grandes que no pudieran ser satisfechas. Lo de siempre: te calientan con trailers, con internet, con críticas venidas de los USA, y, claro, todo el mundo engatusado. Luego ves la película...
Insidious se presenta como una revisión original de las películas sobre casas encantadas. Y tal parece a tenor de la primera mitad de la película. El planteamiento parece que quiere escapar de tópicos y transitar nuevos caminos. Parece. Porque cuando se trata de darle salida a esas escenas que, cierto es, te aceleran el corazón, es cuando se multiplican las torpezas y cuando lo bizarro porque sí entra en acción.
En pocas palabras, Insidious se inventa tal tontería para explicar lo sobrenatural que más le valía no haberlo hecho. La última media hora es rocambolesca y de una extravagancia muy aburrida. El final es más que previsible y tira por tierra todo lo logrado en la primera mitad de película. Siendo así, le podría dar un cinco, pero es que esta última media hora es tan atroz que se carga por completo la película.
Lo siento, pero James Wan no puede vivir de la estela de Saw durante toda la vida. Me vi Silencio desde el mal con esa excusa y ahora he visto Insidious, y ninguna de las dos me convencen. Ahora me entero de que va a rodar una secuela de esta última. Madre mía.