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Mauritius Mauritius · Vheissu
Jean Ra rating:
9
Language of the review:
  • es
July 21, 2012
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En los primeros y afónicos minutos, la cámara sigue a dos hombres. Uno se hace un scanner, el otro escapa por los pelos de una matanza. Son dos formas de aproximarse a la muerte y de mostrar coraje: a uno se le exige acción inmediata y al otro, aguante. El personaje de Darín es la paciencia y el de Renier el ímpetu. E insisto en lo primero. Vemos a dos hombres. Es luego cuando sabemos que son curas. Mucho hablan los personajes de religión, pero sabemos que la mirada de Trapero es en realidad mucho más amplia; que, en clave de novela del romanticismo, en verdad habla de dos individuos enfrentados, desde los límites de sus fuerzas, a una situación injusta, aguantando como pueden el tirón. Ni de lejos es una reivindicación de la iglesia (institución que aparece para entorpecer a los dos protagonistas).

Trapero ha venido haciendo en los últimos años una serie de películas notables y combativas y se nota que con ésta quería superarse, cosa que, a juicio de muchos, ha logrado. Su mirada crítica aquí consigue llegar más lejos que antes. Y no sólo porque se aleje de la comodidad de la ciudad y describa de forma muy acurada lo tremendamente escabroso sino porque además muestra cómo la sociedad en global no mejora por la obstrucción de unos pocos. A esta lúcida conclusión se llega con transparencia y sin maniqueísmos, lo que sin duda otorga gran solidez a su discurso.

Cómo dramaturgo también hila más fino que nunca, tanto que casi resulta milagroso. Momentos como la imagen final de Nicolás (*), el como muestra a un personaje recobrando la fe perdida (**), las conversaciones entre dos personas que se están enamorando y como luego se sinceran al respecto son, al querer decir tanto con tan poco, un voto de confianza en la inteligencia del espectador. La misma naturalidad y carencia de gestos en falso tampoco están presentes al representar lo contrario, cuando vemos a gente fumando crack, peleándose o hablando de la fe religiosa. La sensación es que cada cosa, ya sea santo o demonio, virtud o defecto, está en su sitio. Pocas películas recuerdo yo que combinen con semejante empaque y a tan alto nivel lo emocionante con lo verosímil.

En lo formal, salta a la vista, también hace un más y mejor. Y no hablo de sus monumentales planos secuencia, que son geniales, sino en la inteligente utilización de otros elementos como el montaje. De la escena de los altercados con la policía (qué familiar resulta en estos días aquí en España), que es multitudinaria, bulliciosa y a pleno día, se pasa a lo opuesto: una escena solitaria de Darín, en silencio, rezando a la luz de las velas. Acción interior versus acción exterior y a raíz de ese momento, un vuelco decisivo se produce en la actitud de un personaje. La paciencia deberá dejarse contagiar por el ímpetu. ¿Es Pablo Trapero el mejor director de Argentina, Sudamérica o América entera?

Esto, damas y caballerosos, es cine total. Una obra potente y ejemplar tanto en fondo como en forma, honesta y con utilidad, el tipo de obras que ennoblecen y ratifican al séptimo arte. Hace lo que David Foster Wallace decía que toda buena novela debía lograr: darles calma a los perturbados y perturbar a los que están calmados.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Jean Ra
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