Puedo entender que al maestro Tarantino se le cayera la baba después de ver esta película, su primera historia supone todo un alarde de inventiva visual y movimientos de cámara de lo más sugerentes y extremos, las luces de la ciudad son poesía en movimiento, la escena de los discos compactos bailando brillantes dentro de la Jukebox es sencillamente maravillosa, una lección de ritmo y saber explotar con poco presupuesto los recursos de la cámara en mano, pero de repente, la historia se acaba, dando paso casi sin avisar a la segunda historia dejándote con ganas de saber más acerca de la misteriosa chica de las gafas y la gabardina.
La segunda historia trata sobre una camarera muy bien interpretada por una guapa jovencita de pelo corto, un día esta se enamora de un cliente habitual, por algún tipo de disfunción no se atreve a declararle su amor y en vez de eso se dedica a colarse en su casa y a cambiarle sus cosas de sitio para volverle tarumba, ¿no os recuerda un poco a Amelie, pero un poco mas chacha de la limpieza?. Algunas de las escenas son de una gran belleza visual pero… pasemos a destrozarla, primero ante todo y sin que se me tache de racista, los chinos son un poco sucios, los apartamentos de los dos policías de corazón roto así como el café donde se encuentran todos dan realmente asco; segundo, no es gracioso ver a un tío hablar con los enseres de su casa como peluches gigantes, raídas gamuzas de cocina o pastillas de jabón, ni tampoco ver a alguien comerse 30 latas de piña en almíbar, la ultima con ketchup, lo primero resulta patético lo segundo vomitivo; tercero la escena del aeropuerto donde ocho culeros se le escapan a la protagonista enfrente mismo de sus narices no hay por donde cogerla; cuarto y más importante, no se puede abusar tanto de una canción tan bonita como California Dreaming, se podría haber combinado por ejemplo con If you’re going to San Francisco Be Sure to Wear Some Flowers in Your Head o algo así no se por variar un poco.
¿No querías Pack Wong Kar Wa? Pues toma dos tazas, me voy a ver Fallen Angels así de seguido, ¡deseadme suerte!.