Entre la larguísima serie de superproducciones épicas que surgieron tras el éxito de "Gladiator" encontramos esta adaptación de "La Ilíada". Adaptación por decir algo, pues lo que Wolfgang Petersen hace es coger los elementos épicos del relato y combinarlos para crear una historia que se adapte a los cánones de Hollywood.

Brad Pitt como Aquiles, Eric Bana como Héctor y Orlando Bloom como Paris conforman el trío masculino protagonista, con Diane Kruger (Helena de Troya) y Rose Byrne como contrapuntos femeninas. El veterano Peter O'Toole y un Sean Bean como el Ulises narrador de esta odisea cierran el reparto principal (como curiosidad, su hermano en "El Señor de los Anillos", David Wenham, también hace las veces de narrador en "300").

"Troya" no será recordada por su guión, sino por sus batallas. Batallas que beben directamente de "Gladiator" y de "El Señor de los Anillos", pero que aún así ofrecen un espéctaculo digno de la Grecia clásica. La pelea culminante entre Héctor y Aquiles, la mejor del filme, a la par con la toma de la playa por parte de un inmortal Aquiles.

En cuanto a la banda sonora, contiene temas (sobre todo los cánticos y las percusiones) que te meten de lleno en la trama, y otros que resultan demasiado glamurosos y que no parecen encajar del todo. En el apartado técnico, mención aparte para el imponente caballo de Troya, un gran logro por parte del equipo de la película.

El talón de Aquiles de "Troya" es que aspira a demasiado sin contar con la infantería adecuada, ya que no siempre se puede confiar en que Brad sea capaz de tomar la playa él solo.