La película protagonizada por una jovencísima Jodie Foster es una mezcla de thriller y drama un tanto decolorado y a ratos aburrido sobre el tema de la solidad y la supervivencia en condiciones adversas. Lo mejor de la película es la interpretación de Foster, que sabe dotar de personalidad creíble un papel que en otras circunstancias no lo sería tanto. Lo peor es la falta de sorpresa, ya que desde prácticamente su inicio sabemos lo que sucede y su argumento no deja mucho a la libre interpretación.