En la imaginación de unas niñas Víctor Erice se centró en esta fábula ambientada en los paisajes desolados y silenciosos a principio de 1940. Situémonos: ha finalizado de la Guerra Civil y la tranquilidad de los pequeños pueblos de la meseta castellana se ve interrumpido por el paso del tren con la esperanza de que Teresa (Teresa Gimpera) vaya en busca de aquel amante que perdió en la Guerra. Taciturno en cambio su esposo Fernando (Fernando Fernán Gómez) se entretiene como apicultor cuando no escribe en su despacho del enorme caserón vacío de comunicación y calor, donde solamente las niñas Ana (Ana Torrent) e Isabel (Isabel Tellería) juegan,… Y es en el cine del pueblo donde proyectan “Frankenstein” de James Whale que impresiona tanto a Ana que lo que van a percibir lo real o irreal va en concordancia a su imaginación.

Esas visiones de la inocencia, la ausencia de calor u conversación entre unos padres adultos llevan a las niñas a jugar con su imaginación: a descubrir las huellas de un posible monstruo en una abandonada casa del campo donde se refugia un fugitivo guerrillero; a ser crueles ellas mismas (fingiendo morir o intentar estrangular a un gato…).

Una película que vale la pena valorar especialmente por las interpretaciones infantiles de Ana Torrent e Isabel Tellería que invaden a cada fotograma la sucesiva poesía en imágenes de una época triste, gris y donde no hay lugar para las alegrías. Porque nos encontramos ante una obra triste pero también silenciosa.