Nick Naylor (Aaron Eckhart) es vicepresidente y portavoz de la Academia de Estudios Tabacaleros. Para paliar las ligas antitabaco se las ingenia con sus discursos apincelados con un sentido del humor y de la serenidad que le hacen el rey en su profesión. Ya lo dice bien claro: "Michael Jordan juega a baloncesto, Charles Manson mata a gente, yo hablo. Todos tenemos un talento". El senador de Vermont Finisterri (William H. Macy) quiere acabar de una vez por todas el acelerado consumo de cigarrillos y Nick, con su hijo Zoe (Cameron Bright, el niño de "Reencarnación") iniciará un viaje a través del país para evitar que un ex-hombre Marlboro (Sam Elliot) demande a las tabacaleras y ya de paso evitar que el Senador celebre una Comisión. Nick cuenta con el apoyo de sus jefes BR (J. K. Simmons) y Doak Boykin (Robert Duvall) así como el de Polly (Maria Bello) representante del gremio de bebidas alcohólicas y Bobby Jay Bliss (David Koechner) portavoz de la liga de armas de fuego.

"Gracias por Fumar" divierte y entretiene porque su visión crítica de la demagogia aplicada al consumo acaba demostrando que mucha gente no es capaz de juzgar por si misma, sin distinguir que hay de bueno o malo en el hecho de encender un cigarrillo. Sin partir del hecho que en ambos frentes se orquestan llamativas campañas publicitarias al respecto. El film carga tintas contra los opositores a ciertos hábitos que, aunque perjudican seriamente la salud, no son el único lastre que pueden desencadenar cáncer o colesterol. Como el queso cheddar de Vermont.