Sobresaliente film policíaco rodado a un ritmo vertiginoso que alcanza su clímax argumental en la tensión de sus principales protagonistas opuestos entre sí y enfrentados con el fin de que se desvelen sus identidades e intenciones. Un esquema similar manejaría Martin Scorsese en “Infiltrados” (The Departed, 2006) pero que de hecho no es más que una versión de éste presente largometraje chino rodado por dos directores, Andrew Lau y Alan Mak que nos llevan al descenso a los infiernos de un infiltrado (Tony Leung) por la policía en el seno de una organización criminal y el ascenso de cadete a oficial de un brillante agente (Andy Lau), subordinado y tutelado sin embargo por un jefe criminal (Eric Tsang).

A contrarreloj intentarán descubrirse el uno del otro mientras la policía intenta abortar los planes de tráfico de drogas y desde el mismo cuerpo, intentar descubrir al infiltrado, que apunta muy alto en el hampa pero que psicológicamente está destrozado porque su expediente profesional está bloqueado y bajo secreto. Tony Leung y Andy Lau se convierten en los predecesores de Leonardo Di Caprio y Matt Damon respectivamente pero repito sin llegar a la complejidad del film de Scorsese, “Infernal Affairs” es un ejemplo de buen asiático llevado a sus máximas consecuencias. Así que, fuera prejuicios y a disfrutarla.