¿Mezclar dos géneros tan dispares como el Western y la Ciencia Ficción garantiza una película original? Ahora ya sabemos la respuesta, y es un rotundo NO.
A pesar de partir de un planteamiento inicial sugerente que parece prometer giros de guión interesantes, pronto se convierte en una colección de tópicos y clichés de tres al cuarto insoportables, tan aburridos que ni las escenas de acción consiguen hacen que repunte el interés.
Personajes arquetípicos mal esbozados, situaciones folletinescas, emotividad de cartón piedra metida con calzador y lagunas de guión por doquier es lo que encontraréis.
Me da pereza desgranar todas las incoherencias argumentales, así que tan sólo diré que como western es una patata, y como película de ciencia ficción (?) un rábano.
De toda la cinta sólo salvaría su fotografía, y algún que otro actor que hace lo que puede en un intento vano por dignificar este blockbuster sin alma.
En definitiva, que habría sido más interesante haber rodado la película que sugiero en el título. Al menos nos habríamos reído un poco.
Su lema: Limpio como un perro y fiel como un gato.