La fecha señalada para el estreno de esta película -viernes, 31 de agosto- se adapta de maravilla a lo que ofrece: entretenimiento agradable para lo que viene a ser el último día de verano. El guión flojo, con situaciones muy previsibles, y aunque es una comedia no hay muchas escenas que consigan hacerte reír. Como mucho, alguna que otra sonrisa. Eso no significa que sea aburrida, pues el magnífico elenco de actores consigue que mantengamos despierto el interés. El que menos me convence es Tosar, pero por la sola razón de que es un magnífico actor, con una fuerza de interpretación tan inmensa que el papel se le queda en nada. Personaje muy ligero para tan gran actor y lo mismo pasa en menor nivel con de la Serna. Se agradecen mucho las escenas de baile -magnífica Stephanie Cayo-, las agradables vistas del mar, los planos, el vestuario, la música. En definitiva, que sales con buena sensación del cine, pero nada que ver con otras películas de Monzón como Celda 211 que, a mí al menos, me impactó y la tuve en mente durante días. Esta se ve cómodamente, en familia incluso, pues los temas se tratan con humor suave y ligero, pero es también de rápido olvido. En resumen, para acabar el verano viendo algo que no pretende más que entretenernos un rato