Es complicado en un principio identificarse con alguno de los personajes: Alex (Daniel Auteuil) es un policía cínico y descreído; Juliette (Laurence Côte) es una chica andrógina, perdida, brusca y… sincera en sus sentimientos… Aparece Marie (Catherine Deneuve), la exprofesora de filosofía de Juliette… Marie se sincera… y está genial, cercana, tierna, luchadora e incluso divertida y vulnerable.

Y es entonces cuando los demás personajes nos aparecen bajo otro ángulo. Son todos una panda de perdedores, cada uno a su manera. Perdedores porque en el fondo, pues sí, es así, les falta amor, cariño, afecto… Y Marie (Deneuve) será el personaje que de alguna manera y sin proponérselo, pilota el viaje hacia el lado emotivo. ¿Por qué? Porque ama. Ama demasiado y eso la llevará a…

La historia es contada por cada uno de los cuatro personajes principales (Alex, Marie, Juliette, Justin) y se desencadena a raíz de la muerte de Ivan, hermano de Alex e implicado en negocios turbios.

Quien es insoportable en todos los sentidos es el niño, el hijo de Iván (el que ha muerto). Niño sabelotodo, silencioso y antipático. Además, físicamente es desagradable.

Catherine Deneuve ha sido la musa de Téchiné desde siempre, desde el lejano Hôtel des Amériques (1981).