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Francesca rating:
6
Drama 1916, during World War I. Lieutenant Maréchal and Capitaine de Boeldieu are two combat pilots who are shot down by the Germans. They are taken to a prisoner of war camp where they strike up a friendship with Lieutenant Rosenthal, a wealthy Jew who shares lavish food parcels sent by his family with his fellow prisoners. The three men help with digging a tunnel in a bid to escape from their prison, but they are transferred to another camp ... [+]
Language of the review:
  • es
December 13, 2013
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Los oficiales alemanes cachean a los prisioneros. El aristócrata capitán Boeldieu protesta cuando le registran:
- Lo siento, capitán, debemos cachearlos. ¡Es la guerra!
- De acuerdo, pero se puede hacer cortésmente –replica el capitán francés.

Los soldados abren los paquetes recibidos, uno de ellos, comenta con admiración:
- Me sorprende la honradez de los carceleros que nos entregan las cosas.

Cuando se sientan a la mesa, los prisioneros franceses parecen encantados:
- Nunca he comido mejor en mi vida –exclama uno de ellos mientras se sirve foie gras, sardinas marinadas u otras delicias.

Estas frases resumen bien el ambiente en el campo de prisioneros: ¡parece un campamento de vacaciones! Todos están bien alimentados, sonrientes, de buen humor, bien vestidos, los alemanes les tratan bien. ¿Se puede pedir más?

Todo baña en un ambiente de ingenuidad, camaradería, generosidad, incluso entre enemigos. A Jean Gabin no se le va la sonrisa de los labios, haciendo incluso (como casi siempre) sus observaciones irónicas. Surge además una historia de amor…. Pero ¿cuánto hay de verosimilitud en esto?

Aunque quizás esa es la cuestión: abogar por el buen trato, la civilidad y el respeto, incluso entre contrincantes. Esa es la gran ilusión, supongo; “ilusión”, en el sentido de algo que nos llenar regocijo y, a la vez, ilusión en el sentido de que es una fantasía. Como contrapartida, La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012), por curiosidad, para mostrar en el cine una visión diferente de cómo es estar en el campo contrario (los islamistas a mano de los americanos). ¿Qué es más real?

Es cierto que la Primera Guerra mundial comenzó con entusiasmo (los soldados marchaban con una flor en el fusil). La percepción cambió completamente a partir de la batalla de Verdún, que en dos años produjo medio millón de víctimas entre alemanes y franceses.

En definitiva para cintas bélicas, más creíbles por ejemplo, Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957), Platoon (Oliver Stone, 1986), incluso Operación Birmania (Raoul Walsh, 1945), etc.

Pero quizás, para contundencia (¿e ingenuidad?), la afirmación de Kant: “La razón (…) enuncia su veto inapelable: no debe haber ninguna guerra; ni entre tú y yo en el estado de naturaleza, ni entre nosotros en cuanto Estados”.

Escenas curiosas:
- Los soldados franceses han preparado una representación teatral (con ropa traída ex profeso); asisten también los oficiales alemanes en un ambiente jovial. De repente, se interrumpe la representación con un anuncio: las tropas francesas han tomando Douamont. Gran alboroto; los franceses entonan La Marsellesa y los oficiales alemanes abandonan la sala con dignidad y en silencio.
Francesca
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