No recuerdo exactamente la frase que sale al comienzo de la película diciendo que está inspirada en cierta forma en hechos reales. Pero me da igual. Esté inspirada, o basada total o parcialmente en hechos reales, la trama de La sombra del cazador no me la trago de ninguna manera.
Las andanzas de estos tres periodistas a la caza de un criminal de guerra en el corazón de los Balcanes, resulta en el mejor de los casos demasiado rocambolesca para ser tomada en serio. Y como broma tampoco es que le encuentre demasiada gracia a la supuesta sátira.
Por supuesto que en su envoltorio La sombra del cazador es una producción solvente. Está rodada de forma convencional, pero tiene ritmo, no aburre en ningún momento, y el reparto es eficaz aunque Richard Gere no de el perfil de periodista fracasado curtido en mil y una guerras.
Pero el problema de la película viene desde su base. Por muy eficaz que pueda ser el trabajo de todos los que han intervenido en ella, si la historia no hay manera de tomársela en serio, pero tampoco en broma, la cosa va por el mal camino. Es evidente que el guionista no ha sabido encontrar el tono adecuado dejando que la historia de bandazos sin encontrar su camino en ningún momento.
Y es que Hollywood no está acertando a la hora de acercarse a la guerra de los Balcanes. Recuerdo una con Owen Wilson y Gene Hackman que también dejaba bastante que desear. El mejor cine sobre el tema está saliendo desde el mismo corazón del conflicto, así que para ello recomiendo la visión de Antes de la lluvia de Milcho Manchevski o Underground de Kusturika.