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Spain Spain · bilbao
ernesto rating:
7
Romance. Drama Late 19th century, Russian high society. At the age of 18, demure and elegant socialite Anna Karenina (Keira Knightley) has been promised to marry senior statesman Count Alexei Alexandrovich Karenin (Jude Law). Her new husband is 20 years Anna's senior and although the young woman doesn't love her rather dull and unemotional spouse, she bears him a son. While at a ball, Anna finds herself attracted to a young, wealthy cavalry officer ... [+]
Language of the review:
  • es
April 21, 2013
3 of 3 users found this review helpful
Hace años vi la versión de Anna Karenina que interpretó la actriz francesa Sophie Marceau. Este fue el único contacto que tuve con la historia creada por Leon Tolstoi hasta hace muy poco, y la verdad es que, para bien o para mal, apenas recuerdo nada de esa película. La nueva adaptación de la obra dirigida por Joe Wright me ha pillado con los deberes hechos, y es que anticipándome al estreno de la película decidí leer la novela de Tolstoi, que era otra, una de tantas, de esas tareas pendientes.
Una vez leida la novela, solo puedo decir que es LA NOVELA, así en mayúsculas, una obra maestra absoluta que todo el mundo con buen gusto debería leer. Y esto, en contra de lo que pueda parecer, favorece a culaquier adaptación que se haga de ella al cine, y es que partiendo de la basa de que es una historia inalcanzable para cualquier película, las expectativas siempre serán discretas, lo cual siempre evitara decepciones innecesarias.
Dicho esto, cabe añadir que siendo Joe Wright el director de esta adaptación (no olvidemos la extraordinaria Expiación), sí que había un plus especial a la hora de esperar algo notable. Y, desde luego, no se si notable, pero si que ha hecho una adaptación diferente, atractiva, irregular y atrevida.
Esta nueva Anna Karenina tiene la audacia de situar la acción de la película en el interior de un teatro. En un brillante juego de luces y decorados cambiantes, de actores que pasan de un escena a otra con solo dar un par de pasos, Anna Karenina consigue ser un artificio tan vistoso como por momentos apasionante. Joe Wright, en colaboración con el guionista Tom Stoppard, se deja llevar por su amanerado, original y brillante esteticismo para hace de la obra de Tolstoi algo nuevo. Es, desde luego, en ese lado loco y provocador donde la película, contra todo pronóstico, alcanza su mayores logros. Secuencias como la carrera de caballos, el primer baile entre Anna y Vronsky, o la secuencia que abre la película protagonizada por Oblonsky son deslumbrantes ejemplos de los riesgos narrativos que toma Joe Wright, y de los que sale triunfante.
Ahora bien, para brillar por un lado, esta Anna Karenina ha tenido que sacrificar muchas cosas por otro. Sacrificios obvios por otra parte, ya que como he dicho al principio conseguir que una película refleje la complejidad y la profundidad de una obra como la de Tolstoi es tarea practicamente imposible. Es por eso que, aunque se mantiene el punto fuerte de la historia, como es la irrefrenable relación adúltera de Anna Karenina, hay muchos personajes e historias sobre los que se pasa de puntillas. Casi hubiera sido mejor prescindir de ellos antes de dejar apenas apuntado todo lo que se refiere al personaje de Lievin por ejemplo.
Supongo que el personaje de Anna Karenina es desado por cualquier actriz. Aquí lo interpreta Keira Knighley, una actriz que despierta odios y pasiones, como así ha quedado demostrado tras el estreno de la película. A mi Keira Knighley no me gusta especialmente, salvo cuando la dirige Joe Wright. Estaba espléndida en Orgullo y prejuicio y en Expiación, y su Anna Karenina vuelve a estar al mismo nivel. Su fotogenia es perfecta para el personaje, y consigue traspasar el deslumbrante envoltorio que suponen sus vestidos para llegar al corazón torturado del personaje. Junto a ella un más que correcto Jude Law interpretando a su marido, y el discutido Aaron Johnson que interpreta un Vronsky más atildado de lo deseado.
Se puede decir que como adaptación de la obra de Tolstoi esta Anna Karerina adolece de todas las limitaciones que cabía esperar, pero que se ven perfectamente suplidas por el atrevimiento de Joe Wright de hacer algo diferente y arriesgado. Solo le hubiera faltado hacerla en 3D como El gran Gatsby que estrenará Baz Luhrman proximamente.
ernesto
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