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TOM REGAN rating:
8
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February 17, 2024
2 of 3 users found this review helpful
47/16(17/02/24) Apasionante cortometraje de animación 2D, que s un canto maravilloso a la amistad, y ataque incisivo contra el maltrato animal. Dirigido y escrito por Rosana Sullivan, y producido por Pixar Animation Studios, siendo la tercera película del programa SparkShorts, consiste en que Pixar dé a sus empleados seis meses y presupuestos limitados para producir cortometrajes animados. A través del programa Sparkshorts, Pixar ha sacado a la luz tres cortometrajes con el objetivo de dar a conocer nuevos animadores y técnicas. El primer corto que lanzaron fue 'Purl', una divertida crítica a la situación de las mujeres en sus puestos de trabajo. El segundo fue 'Smash and Grab', historia de libertad entre robots muy similar a 'Wall-E'. Y ahora acaban de lanzar el tercero y definitivo: 'Kitbull'. Este se centra en un gatito callejero temeroso e independiente y un pitbull maltratado, forman una amistad poco probable. Nominado al Oscar al Mejor Cortometraje de Animación. Llama la atención de primeras que siendo de la factoría del logo del flexo saltarín no sea en su sempiterno estilo de animación por ordenador, aquí es un delicioso 2D.
Un gatito vive en los contenedores de basura detrás de un edificio en el Distrito Mission de San Francisco. Mientras busca comida en las calles, un transeúnte le ofrece comida al gatito, pero huye. Duerme en una caja de cartón en el basurero de un edificio en ruinas. Más tarde, un simpático pitbull es trasladado a una caseta para perros detrás del edificio. Aunque el gatito inicialmente le tiene mucho miedo al perro.
Compone unos personajes entrañables, ya de presentación ese enclenque gatito negro de ojos enormes (nada mejor que unos ojos grandes para enternecer al espectador), que ya tiene nuestra empatía cuando lo vemos temeroso del mundo intentando llevar a su ‘hogar’ la comida de un pescado. Se encontrará con otro animal en un patio mugriento, un aterrador pitbull. Con el que temerá lo peor, pero poco a poco, surgirá entre ambos una entrañable amistad contra natura. Ganándonos para su causa el perro cuando vemos es manipulado para ser violento en peleas de dogos. Una dirección ágil y fluida, donde no hay palabras, todo se dice a través del poder de las imágenes, el poder de la narración visual hace que empaticemos con este par de desheredados. La animación alcanza cotas espléndidas en como logra exponer sensible expresividad en los rostros de los animales.
Es un relato de enorme sencillez, pero que resulta enternecedor en su devenir con varios giros muy bien llevados, todo siempre desde la mirada del gatito, con esas miradas por agujeros de la caja, ese tapón de botella con el que juegan ambos animales, esa cabeza de osito de peluche que arranca (guiado) el pitbull por el amo, esas heridas del dogo, la lluvia, ese sujeta-latas de plástico, o esa cadena. Elementos fenomenalmente manejados en el contexto de conmovernos en apenas 8 minutos. A estos buenos resultados contribuye la dulce música de Andrew Jiménez, codirigió el cortometraje de Pixar “One Man Band” con Mark Andrews.
Todo para llegar a un rush final emociónate, que sin se de calado dramático, si reconforta (spoiler).
Un gatito vive en los contenedores de basura detrás de un edificio en el Distrito Mission de San Francisco. Mientras busca comida en las calles, un transeúnte le ofrece comida al gatito, pero huye. Duerme en una caja de cartón en el basurero de un edificio en ruinas. Más tarde, un simpático pitbull es trasladado a una caseta para perros detrás del edificio. Aunque el gatito inicialmente le tiene mucho miedo al perro.
Compone unos personajes entrañables, ya de presentación ese enclenque gatito negro de ojos enormes (nada mejor que unos ojos grandes para enternecer al espectador), que ya tiene nuestra empatía cuando lo vemos temeroso del mundo intentando llevar a su ‘hogar’ la comida de un pescado. Se encontrará con otro animal en un patio mugriento, un aterrador pitbull. Con el que temerá lo peor, pero poco a poco, surgirá entre ambos una entrañable amistad contra natura. Ganándonos para su causa el perro cuando vemos es manipulado para ser violento en peleas de dogos. Una dirección ágil y fluida, donde no hay palabras, todo se dice a través del poder de las imágenes, el poder de la narración visual hace que empaticemos con este par de desheredados. La animación alcanza cotas espléndidas en como logra exponer sensible expresividad en los rostros de los animales.
Es un relato de enorme sencillez, pero que resulta enternecedor en su devenir con varios giros muy bien llevados, todo siempre desde la mirada del gatito, con esas miradas por agujeros de la caja, ese tapón de botella con el que juegan ambos animales, esa cabeza de osito de peluche que arranca (guiado) el pitbull por el amo, esas heridas del dogo, la lluvia, ese sujeta-latas de plástico, o esa cadena. Elementos fenomenalmente manejados en el contexto de conmovernos en apenas 8 minutos. A estos buenos resultados contribuye la dulce música de Andrew Jiménez, codirigió el cortometraje de Pixar “One Man Band” con Mark Andrews.
Todo para llegar a un rush final emociónate, que sin se de calado dramático, si reconforta (spoiler).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Una noche, después de que llevan al pitbull al interior del almacén, lo vemos lo sacan como a un fardo magullado con multitud de heridas (suponemos por una pelea) y lo arrojan afuera rodando por las escaleras. El pitbull se levanta como puede y ve al gatito que ha caído atrapado en anillos de plástico después de haber sido asustado por una tormenta, el gatito asustado araña al perro al ver sus colmillos. Entristecido, el pitbull se retira a su caseta, donde más tarde se le une vacilante el gatito. Al día siguiente, los dos escapan del patio trasero justo antes de que el dueño (con una cadena en sus manos) del jardín pueda encontrarlos. Algún tiempo después, el gatito y el pitbull están jugando en la calle cuando el transeúnte de antes encuentra al gatito. La mujer se asusta cuando aparece el pitbull, pero después de que el gatito muestra su cariño por el perro, ella y su marido los adoptan a ambos. Hay una elipsis, y vemos a los dos animales jugando entusiasmados en la cima de una colina y se unen a su nueva familia para contemplar la ciudad.
Un notable corto, de los que sin ser nada original, si emociona por lo bien desarrollado que está. Gloria Ucrania!!!
Un notable corto, de los que sin ser nada original, si emociona por lo bien desarrollado que está. Gloria Ucrania!!!