Como tantas otras excelentes novelas de Jane Austen, la que nos ocupa ya había sido llevada a la pantalla, pequeña en este caso, y para su traslación a la grande se confió a Deborah Moggach la adaptación del guion, y a Joe Wright la dirección. Ambos hicieron un trabajo fabuloso, y el resultado fue esta sensacional película, todo un éxito de crítica y público, aunque no tuvo la suerte que merecía en los Oscars (cuatro nominaciones, ningún premio).

Destacadísima en dirección artística, y con una banda sonora preciosa de Dario Marianelli, la cinta es todo un regalo para los sentidos gracias a su bella fotografía del entorno y los personajes. Romántica pero no ñoña, realiza una profunda reflexión sobre la naturaleza humana en aquella época y contexto, con todas las relaciones sociales basadas en la jerarquía de clase.

Con un reparto de primer nivel, encabezado por una genial Keira Knightley (repitió con Wright en “Expiación”), que borda su personaje, interesa y entretiene de principio a fin. Un film para disfrutar a conciencia.