El cine protesta vuele a romperla con una historia que, aunque predecible a veces, me resultó entretenida y sensible, con un tema que sigue siendo actual y con el que mucha gente puede sentirse identificada. En cierta forma, es un llamado de atención contra el abuso a la mujer y el Racismo, siendo este segundo el centro narrativo. Hay escenas bastante irónicas pero que funcionan perfectamente, como la de los caballos, donde vemos al protagonista (negro) acariciar la cabeza de un caballo blanco y luego montándolo, algo que bien podría entenderse como una alegoría a la filosofía del racismo. Por otra parte, alguna vez se habla sobre el hecho de que acariciar la cabeza de un negro supuestamente traía suerte, después de acariciar la cabeza del caballo blanco los acontecimientos resultan totalmente opuestos.
9/10 por lo anterior y por la forma tan sutil de hermosear la figura de la raza negra y emitir un grito de protesta justo.
El final... me dejó con una sensación de ira y tristeza.