ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTLESS MIND es el poético título oríginal de quizá el mejor film de lo que llevamos de siglo, en nuestro querido país simplemente han intentado hacernos creer que se trataba de otra chorrada de Jim Carrey (como si el tio no se lo hubiera currao en El show de Thruman o Man of the Moon)

Pero vamos al tema, Joel Barish conoce a Clementine Kruczynski, se enamoran, se cansan, se odian, se separan, chica borra a chico de su memoria... hasta aquí nada fuera de lo común, pero todo está contado (mostrado) de una forma tan desgarradora y con un montaje tan espectacular que acabarás abatido (desolado) (feliz). Decir que no he destripado nada, porque no hay nada que destripar..

El proceso borrador de Clementine en la mente de Joel se me antoja como uno de las historias más dolorosas y agónicas que recuerdo. La sensación de nudo en el estómago se acrecenta conforme avanza la pérdida de los últimos recuerdos de Joel sobre Clementine, se va toda una vida. Porque sin recuerdos no hay nada. Todo esto puede resumirse en el grito desesperado de Joel: “Este no! déjame solo este recuerdo!”

Una premisa que parte de la ciencia ficción más ridícula acaba convirtiéndose en un ejercicio de cómo plasmar el amor más realista, con todo lo bueno y lo malo y siempre alejado de esteoreotipos Hollywoodienses ...y que narices, españoles también.

Está claro que detrás de todo este batiburrillo que oscila entre la comedia más dramática y como dije antes, el amor más dolorosamente realista, está la mente perversa de Charlie Kauffman, moviéndose como pez en el agua dentro de la mente de nuestro protagonista. Pero creo que su mejor guión es fruto de la colaboración con Michel Gondry (y no me caben dudas después de ver la estupenda LA CIENCIA DEL SUEÑO, un manual del señor Gondry de cómo hacer otra película cojonuda sobre amor terrenal, esta vez sin Kauffman)

Si no te sientes identíficado, tal vez nunca te hayas enamorado, también cabe la posibilidad de que seas el presidente del consejo de administración de "Horchaterías Nesterovic" (grande Andrés Montes).