Divertida comedia la última película de Alex de la Iglesia, en la que si bien aparece su habital tratamiento sardónico de los personajes y de la historia, se contiene finalmente para no recrear sus clásicos desenlaces hilarantes, violentos y ácidos. Parece que en "Perfectos desconocidos" se ha ceñido a los elementos del género, quizá sea porque en este film se ha adaptado al original del que este es remake, o bien porque se ha tomado el rodaje más como un encargo que como obra propia. El caso es que el resultado tiene una muy buena factura, donde no falta la dosis personal de mala leche del director. El reparto es acertado y también su trabajo, del que destacaría a Belén Rueda, cada vez actriz más formada; aquí está estupenda. Lo que puede dar de sí el teléfono móvil, sin el que no podría haberse escrito el guion de esta película; ¡ya solo faltaría que hasta el cine dependiera de él...! Dispositivo que en este caso contiene las mentiras y secretos que encierran los protagonistas. Vale la pena pasar un buen rato compartiendo esta historia de la que, seguramente, huiríamos muchos espectadores si nos propusieran el juego. Por último, magnífica dirección artística, ático incluido, que nos lleva a tiempos pasados del autor, y de la que destacaría el tratamiento del color.