Average rating
3.2
Ratings
48
Reviews
25
Lists
0
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Efrayn rating:
4
Language of the review:
- es
November 28, 2021
1 of 7 users found this review helpful
Esta película me ha recordado por qué no me acaba de gustar Pixar, por mucho que a tantos enamore sus películas.
Soy de la opinión de que toda ficción, por fantasiosa que pueda ser, tiene que tener unas reglas: y prueba de ello es que podemos creer en un mundo de gatos alienígenas antropomorfos de color azul y, pese a esta premisa, no nos valdría que nos pusieran un hada mágica en Pandora.
Así pues, trato de decir que tampoco hay un "todo vale" en aquella afirmación de "es una película para niños" (anteriormente denominada "película familiar", pero ese es otro tema).
La película como tal, es entretenida. Puede que peque vagamente de lenta o ligeramente aburrida en algunos momentos, pero se mantiene en general con un buen ritmo y con atención; y aún creyéndose predecible en algún punto, acaba por no serlo, al no saber qué rumbo va a tomar ante semejante argumento, lo que tampoco es necesariamente bueno, pues hay una leve sensación de caos en un mundo narrativo que acaba por no ser estable. Y creo que ese es el quid de la cuestión:
Como ya hiciera la amadísima (no por mí) "Toy Story" (y eso que la vi siendo un niño), Pixar nos plantea, de una manera bastante realista, los incómodos sentimientos de personajes que no tienen posibilidad de existir en el mundo real (eso es lo que los hace incómodos).
Algo parecido a lo que podríamos sentir con "La fiesta de las salchichas" si no fuera porque esa película carecía totalmente de argumento; pero, que de tenerlo, nos expondría el trauma de empatizar con un tomate que no quiere ser comido vivo por un humano, a pesar de que ese sea su destino más lógico.
¿Qué pretende Pixar que haga con estos sentimientos de dolor e incomprensión, en pos del entretenimiento?
Los juguetes no pueden hablar en presencia de humanos, por la sencilla razón de que no tienen vida, y las ratas no pueden cocinar, porque carecen de la inteligencia para hacerlo.
Y a falta de explicar una razón, fantasiosa, pero lógica, para entender por qué estos juguetes sí, o estas ratas sí, siguen normalizándonos sus penurias en un mundo que nos les comprende.
La única forma en que una rata pueda cocinar, comunicarse con signos de inteligencia con un humano, o puedan ser valoradas por un crítico gastronómico, es en un mundo de fantasía. Y el escenario que nos propone está película es el mundo real.
Como espectador me cuesta concentrarme en cuando tengo que tirar del recurso fantasioso y cuando del realista.
Pero aún obviándololo, y entendiendo que la "hermandad" de roedor-homosapien es posible, ¿a dónde me lleva todo esto?
Si me planteas una rata con semejantes talentos, ¿por qué limitarla a ser la ayudante del dueño de un restaurante? ¿Por qué no convertirla en chef con su propio establecimiento? O ya puestos, ¿por qué no una rata presidente de los Estados Unidos?
¿Por qué esto sí suena exagerado y las otras cuestiones que plantea la película no lo son?
"No tienes que fingir que eres una rata, no tienes que fingir que eres un humano", ¿puedes ser... las dos cosas?
¿A qué extraña reflexión rocambolesca me quiere llevar la película? ¿O a caso es meramente en pos del entretenimiento y no querían contarme nada realmente ni hay una metáfora que rascar?
Vale, no soy tan obtuso. Sólo tienes que ser tú mismo, "cualquiera puede hacerlo, o en este caso, "cualquiera puede serlo". Entiendo las intenciones de Pixar en esta película, pero una vez más, me falla su metauniverso, y no acabo de hacer el viaje al que me quieren llevar.
Al menos sí puedo decir, y repito, que es entrenida.
Soy de la opinión de que toda ficción, por fantasiosa que pueda ser, tiene que tener unas reglas: y prueba de ello es que podemos creer en un mundo de gatos alienígenas antropomorfos de color azul y, pese a esta premisa, no nos valdría que nos pusieran un hada mágica en Pandora.
Así pues, trato de decir que tampoco hay un "todo vale" en aquella afirmación de "es una película para niños" (anteriormente denominada "película familiar", pero ese es otro tema).
La película como tal, es entretenida. Puede que peque vagamente de lenta o ligeramente aburrida en algunos momentos, pero se mantiene en general con un buen ritmo y con atención; y aún creyéndose predecible en algún punto, acaba por no serlo, al no saber qué rumbo va a tomar ante semejante argumento, lo que tampoco es necesariamente bueno, pues hay una leve sensación de caos en un mundo narrativo que acaba por no ser estable. Y creo que ese es el quid de la cuestión:
Como ya hiciera la amadísima (no por mí) "Toy Story" (y eso que la vi siendo un niño), Pixar nos plantea, de una manera bastante realista, los incómodos sentimientos de personajes que no tienen posibilidad de existir en el mundo real (eso es lo que los hace incómodos).
Algo parecido a lo que podríamos sentir con "La fiesta de las salchichas" si no fuera porque esa película carecía totalmente de argumento; pero, que de tenerlo, nos expondría el trauma de empatizar con un tomate que no quiere ser comido vivo por un humano, a pesar de que ese sea su destino más lógico.
¿Qué pretende Pixar que haga con estos sentimientos de dolor e incomprensión, en pos del entretenimiento?
Los juguetes no pueden hablar en presencia de humanos, por la sencilla razón de que no tienen vida, y las ratas no pueden cocinar, porque carecen de la inteligencia para hacerlo.
Y a falta de explicar una razón, fantasiosa, pero lógica, para entender por qué estos juguetes sí, o estas ratas sí, siguen normalizándonos sus penurias en un mundo que nos les comprende.
La única forma en que una rata pueda cocinar, comunicarse con signos de inteligencia con un humano, o puedan ser valoradas por un crítico gastronómico, es en un mundo de fantasía. Y el escenario que nos propone está película es el mundo real.
Como espectador me cuesta concentrarme en cuando tengo que tirar del recurso fantasioso y cuando del realista.
Pero aún obviándololo, y entendiendo que la "hermandad" de roedor-homosapien es posible, ¿a dónde me lleva todo esto?
Si me planteas una rata con semejantes talentos, ¿por qué limitarla a ser la ayudante del dueño de un restaurante? ¿Por qué no convertirla en chef con su propio establecimiento? O ya puestos, ¿por qué no una rata presidente de los Estados Unidos?
¿Por qué esto sí suena exagerado y las otras cuestiones que plantea la película no lo son?
"No tienes que fingir que eres una rata, no tienes que fingir que eres un humano", ¿puedes ser... las dos cosas?
¿A qué extraña reflexión rocambolesca me quiere llevar la película? ¿O a caso es meramente en pos del entretenimiento y no querían contarme nada realmente ni hay una metáfora que rascar?
Vale, no soy tan obtuso. Sólo tienes que ser tú mismo, "cualquiera puede hacerlo, o en este caso, "cualquiera puede serlo". Entiendo las intenciones de Pixar en esta película, pero una vez más, me falla su metauniverso, y no acabo de hacer el viaje al que me quieren llevar.
Al menos sí puedo decir, y repito, que es entrenida.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Me "gustó" que tras la ida de olla de que un ejército de ratas pueda raptar a dos seres humanos que habían visto la cocina infestada, después de ser liberados hicieran lo propio y chivarán lo de la "plaga", con el consiguiente y lógico suceso de que cerraran el restaurante.
Me gusta esa coherencia dentro de un argumento que cada vez la perdía más, pero al mismo tiempo se carga la memoria del entrañable cocinero rechoncho que, en algún lugar del cielo, moría por segunda vez al ver que le quitaban de un golpe las tres estrellas que le quedaban.
Pero eso a nuestra amiga la rata y a su apocado compañero humano no les importa lo más mínimo, así que a nosotros tampoco debería...
Me gusta esa coherencia dentro de un argumento que cada vez la perdía más, pero al mismo tiempo se carga la memoria del entrañable cocinero rechoncho que, en algún lugar del cielo, moría por segunda vez al ver que le quitaban de un golpe las tres estrellas que le quedaban.
Pero eso a nuestra amiga la rata y a su apocado compañero humano no les importa lo más mínimo, así que a nosotros tampoco debería...