Un buen reparto, una buena historia, un buen resultado pero en absoluto perfecto. Everest contiene todos los ingredientes para brindar un excelente producto en la gran pantalla, el problema es que Baltasar Kormákur se queda atrapado en la presentación de la historia alargándola en exceso, se come por completo el nudo del argumento y explota poco la enorme potencia que atesora el escalofriante relato y su desenlace.

Everest se deja ver, consigue captar tu atención pero no todo tu interés, más de media película centrada en la parte más débil del film, o al menos así nos lo transmiten, también chocan unas actuaciones simplemente aceptables para un muy buen reparto, puede ser debido al excesivo elenco de personajes que nos quieren mostrar sin conseguir que empaticemos con ninguno de ellos. La parte que debería estremecer al espectador de manera épica y trágica al mismo tiempo carece de todo ese potencial que nos brinda por sí misma la propia historia real. Sí cabe destacar los paisajes y la ambientación del film, poco más.

En resumen Everest posiblemente se salve debido a la suma de un argumento poco explotado (como es el alpinismo) y el plus que le da saber que se trata de hechos reales. Cumple su cometido, compensa el precio de la entrada ya que en la pequeña pantalla acabaría de perder la poca fuerza del conjunto, pero tristemente se desaprovecha en exceso un producto que probablemente en otras manos hubiera sido mucho más humano, más tenso, más agónico, más inteligente, más de todo.

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