David Fincher, con un guión de su padre ya fallecido, plasma con la maestría a la que nos tiene acostumbrados su obra más personal. La película nos lleva al proceso de creación del guión de "Ciudadano Kane" de la mano de Herman J. Mankiewicz (conocido por Mank) en el año 40 mientras nos va transportando a diversos flashbacks a los años 30 en plena gran depresión.

No le he puesto el 10 porque creo que esta película, pese a estar producida por Netflix, no es para todo el mundo. Tienes que haber visto "Ciudadano Kane", obviamente; tienes que saber a quién está dirigida, al magnate del amarillismo William Randolph Hearst; tienes que saber las consecuencias que les acarreó a Herman J. Mankiewicz y a Orson Welles; tienes que ser un verdadero romántico del cine de esa época, el cine de las grandes mayors de los años 30...

Me fascina como establece una comparativa visual con Ciudadano Kane, como usa prácticamente el mismo lenguaje cinematográfico pero sin Fincher perder su sello. Incluso hace una comparativa narrativa, te va presentando los personajes reales y te los va plasmando como van quedando en Charles Foster Kane, porque Kane no solo bebe de W. R. Hearst, sino de los magnates y productores de las grandes esferas hollywoodienses. Algunos como Irving G. Thalberg o Louis B. Mayer no salen bien parados en "Mank".

La fotografía es excelsa y Gary Oldman está mejor que nunca y ya es decir, que manera de llevar con tantísima facilidad el peso actoral de la película. Amanda Seyfried está bastante bien, me gusta mucho su papel.

En resumen, grandísima obra del maestro Fincher. 9