El versátil e inquieto Danny Boyle, vuelve a cambiar de registro en este trabajo enrevesado, inteligente y arriesgado, que sienta sus bases en el poder de la hipnosis para tratar de una novedosa forma, la clásica historia de robos y traiciones.
Atractiva y absorbente desde un comienzo, se va mostrando más confusa a medida que avanza, dejando indicios y pistas, para dar sentido a un puzzle que requiere ser visto de lejos para apreciar con claridad el secreto que esconde.
Sienta sus bases en el poder de la hipnosis, lo cual hace que el espectador crea en su poder, una vez superado este nivel, el resto del metraje engancha por completo y resulta muy interesante.
Cuenta con un estilo visual cuidado, alterna y varia el empleo de diferentes enfoques de cámara, donde su director se dedica a jugar con todas las posibilidades que le ofrecen las tecnologías actuales.
El argumento juega con los tiempos y las situaciones, generando confusión, al tiempo de aumentar el interés por encontrar la solución al misterio.
En el apartado de intérpretes destaca la presencia de Rosario Dawson, que si bien no llega a ofrecer una gran interpretación, si destaca por mostrar sus encantos íntegramente.
Creas o no creas en la hipnosis, la película y su argumento, incluyendo sus constantes giros arguméntales te hipnotizaran por completo.