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Andorra Andorra · Andorra la Vella
directorscut rating:
7
Adventure. Drama Anno Domini: the seventh year of Augustus Caesar's reign. In the Roman province of Judea, Jews return to the city of their birth for the census. A bright star in the night over Bethlehem marks the birth of Jesus Christ. Years later, Roman commander Messala (Stephen Boyd), who was brought up in Judea, takes command of the Roman garrison in Jerusalem. His Jewish boyhood friend Judah Ben-Hur (Charlton Heston) greets him. Messala is ... [+]
Language of the review:
  • es
December 7, 2009
27 of 38 users found this review helpful
William Wyller es uno de los directores más entregados en el séptimo arte. Sus películas están repletas de sensaciones y de pensamientos intangibles que el realizador es capaz de mostrar con unos resultados sorprendes, siempre será recordado por su innata y demoledora capacidad en crear melodramas, pero con una intensidad prodigiosa y única. “Ben-Hur” supone una decepcionante excepción al cine de este magnífico realizador. Hay películas que sorprenden más por su impacto causado que más que por sus virtudes. Esta película debió de ser en 1959 la mayor hecatombe que el cine haya proporcionado jamás, y tal vez lo siga siendo incluso ahora en términos relativos. Pero tal virtuosismo viene dado por su aparatosa y mastodóntica producción, mucho más épica que la historia en sí misma. “Ben-Hur” es un muy buen film, de eso no hay duda, pero no es digno de su realizador, y el tiempo pasa factura, y aunque algunos tal vez no la sientan, otros pueden ver esta cinta con demasiado polvo acumulado en sus ya 50 años.

“Ben-Hur” es grande, épica, aventurera y también absurda y por momentos tediosa. Posee momentos de intensidad considerables, como la rivalidad de sus personajes, junto con momentos tan innecesarios como estúpidos. Recursos no le faltan a esta producción. Verla es asistir a un estruendoso y mastodóntico espectáculo inigualable. Sus imágenes entran por los ojos y no se olvidan. Sus decorados son increíbles, bellos, maravillosos y enormes. Tiene momentos inolvidables, como las escenas de los galeones en el mar o la tan conocida carrera de cuadrigas. No se le puede reprochar, cuando quiere, “Ben-Hur” impresiona, y no tiene rival. Pero la gran pregunta que debemos hacernos es, ¿Hay vida más allá de este irrepetible despliegue de medios y de glotonería visual? Es precisamente ahí donde falla la obra de Wyller. Su historia es muy interesante con la rivalidad de Heston y Stephen Boy, que interpreta al villano y que sin duda, es lo mejor del film detrás de sus increíbles medios. Por desgracia, Wyller opta, imagino que por razones comerciales, a no enfatizar demasiado con esa trama y centrarse más en su discurso religioso y las fatales repercusiones de la hermana y madre de Ben-Hur, que terminan siendo leprosas. ¿Era realmente necesario esta trama segundaria que por momentos se come la verdadera premisa del film? Cuando la trama de Boy se va al garete, todavía queda cerca de una hora de película, y decir que es tediosa y aburrida es quedarse corto, es tonta y absurda a más no poder. Es ahí donde se antepone la moralidad cristiana, a mi gusto, completamente innecesaria. Muchos afirman que es ahí donde se determina la magia de la película. No voy a discutirlo, pero Wyller ha sido capaz de mostrar pensamientos, emociones y sentimientos tan reales y puros con solo un buen puñado de actores y un buen guión, sin tanta aparatosidad por contar una historia, y eso caballeros, sí que es magia.
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