Click here to copy URL
Spain Spain · Shangri-La
Angie Banshee rating:
9
Comedy Mock documentary on the figure of Leonard Zelig, a chameleon of a man who astounded the American society of the “jazz era”. His story starts the day he tells a lie on claiming to have read Moby Dick simply not to feel out of things. The need to be accepted kicks in, and he starts physically transforming according to those around him, instantly hitting the front pages.
Language of the review:
  • es
August 5, 2012
18 of 20 users found this review helpful
Señor Allen, yo ya sabía que era usted un genio. Son innumerables las películas que he visto con su firma (pues, además, es usted prolífico como pocos) y, si bien no todas me han seducido de igual forma, en la mayoría de ellas he encontrado algún signo de genialidad. Y cuando ya creía que no podría sorprenderme más, rescato esta antigua joya suya, para mí hasta el momento desconocida, y de nuevo me quedo boquiabierta, rendida ante lo brillante de sus ideas, ante lo sobresaliente de su sentido del humor, ante lo atípico de su propuesta.

Zelig es una película distinta, tremendamente original. A modo de falso documental, nos presenta a un personaje afectado por una inusual “enfermedad” que le lleva a transformarse en aquello que le rodea. Dicha afección consiste en una suerte de mecanismo mimético en busca de la aceptación social de un individuo que vive temeroso de sentirse excluido, de no sentirse amado, en definitiva. Esta idea tan profunda, tan humana, es el punto de partida para el desarrollo de un genuino guión humorístico.

Me encanta, señor Allen, como juega usted al sarcasmo con la alta sociedad norteamericana de los años 20 y 30, sobre todo, porque las tonterías que le son propias, y que usted pone de relieve, son las mismas que las de cualquier “sociedad desarrollada” de la actualidad. Ese afán por convertir algo en moda, y disfrutarlo en masa como signo de identidad común (vaya, resulta que todos somos, en realidad, “Zeligs”) hace que me aflore una sonrisilla de autocrítica. Vamos, que si entonces la moda era el “Baile del Camaleón”, no hace mucho tuvimos el “Baile del Gorila”, por citar sólo un ejemplo… Pero usted lo lleva al límite de lo risible, y eso me encanta, pues no hay nada más sano que reírse de uno mismo y hacer comedia de la vida. Su ficción, por tanto, no es sino un chiste de la realidad.

Señor Allen, ha dado usted en el clavo, pues todos somos Zelig. Su historia es una alegoría (hiperbolada y cómica) que muestra sin rubor la necesidad humana de identificación con el grupo, el temor a la exclusión de éste, la necesidad de recibir amor y aceptación por parte de lo que nos rodea. Y como es usted brillante, lo expone en clave de humor, y resulta muy certero. A este respecto, rescataría varias frases gloriosas, pero veo que ya lo han hecho en otras críticas: lo de la bolera, lo de los padres que le encerraban en el armario, etc.

Señor Allen, como digo, yo ya sabía que era usted un genio, y Zelig no es sino una muestra más de hasta qué punto considero esta afirmación incontestable.
Angie Banshee
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow