Me gustan algunas películas anteriores dirigidas por Gerardo Herrero, especialmente "El corredor nocturno", pero dio un giro con aquella nadería ambientada en la División Azul, que no recuerdo el nombre, pero es que esto... Parece que la investigación de unos misteriosos asesinatos cae en manos de un comisario indiferente y corrupto, una loca que, además, no tiene la más mínima idea de las formas y los métodos policiales, y una joven que debe ser una eminencia porque, aparte de "subinspectora" y ama de casa con niños, le sobra el tiempo para organizarse frecuentes juergorros de cubatas y karaokes horteras. Entre medias salen unos tipos que, para añadir claridad, se parecen, con pelo bastante similar y barba, y que no se sabe qué pintan ni cómo se enlazan con la trama para encontrar una pista, parece que a base de palos de ciego, quedando todo confuso y falto de todo nervio y credibilidad, aunque parece que esto último cada vez importa menos en el cine en general, salvo honrosas excepciones que aún se dan por fortuna. Todos los personajes y hechos aquí están manidos o son sosos, débiles o falsos, y te dejan indiferente, aguantando la película entre bostezos. Con lo que debe costar poner en marcha un proyecto cinematográfico, y para esto.